Cuando llegues a Menorca, es normal que centres tu colocón en los paisajes salvajes y te exaltes con la belleza y magia de nuestro litoral. Pero nuestra isla ha sembrado desde tiempos inmemoriales, un legado gastronómico que ahora se colapsa de éxito. El Queso Maó Menorca es una marca ya más que popular a exposición global. La Caldereta de langosta es la reina madre de un plato típico menorquín que todo turista desea degustar. Pero Menorca en sentido gastronómico es mucho más. Nuestra gastronomía es mar, es tierra, es aire, es tradición, es frescura, y en su conjunto forman sabores, aromas y texturas únicos. Menorca se está convirtiendo en referencia gastronómica a nivel internacional.