La mejor forma de degustar los caracoles aquí en Menorca es con este plato: ‘caracoles con cranca’. Son todo un clásico en nuestra gastronomía. Un plato de mar y montaña que, al igual que pasó con la langosta, empezó a coger prestigio con el paso del tiempo. A principios de los años 50, la cranca era un producto poco cotizado y sin apenas valor gastronómico. Con el transcurso de los años, adquirió fama y se ganó un sitio en el ranking de mejores platos menorquines.