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Fiestas de Sant Joan en Ciutadella de Menorca

LAS FIESTAS MÁS EMBLEMÁTICAS DE MENORCA


Las fiestas Sant Joan en Ciutadella de Menorca son hoy unas fiestas eminentemente populares, las más emblemáticas sin duda de la isla, que atrae a gran número de forasteros y que arrastran en pos de sí nuestro entusiasmo. Tres días abarcan la fiesta San Juan: el día “d’es be”, la vigilia y el día de San Juan.

No hay memoria de la institución de las fiestas de Ciutadella de Menorca, no obstante parece que ésta se remonta a mediados del siglo XIV o que, al menos, sus fundadores quisieron acomodarse a las costumbres de aquel siglo. Así parecen justificarlo los juegos que actualmente se conservan en la tarde del día de la fiesta, en el paseo de San Juan y que son resabios de aquellas justas y torneos tan en boga en aquellos tiempos.

La opinión más extendida es que el origen de las fiestas de Ciutadella hay que buscarlo en los Caballeros de San Juan de Malta. Venidos a Menorca con don Alfonso III de Aragón se establecerían en nuestra isla y, fundada la obrería de San Juan de Artrutx para el cuidado de la iglesia de San Juan, uno de sus miembros pasaría a formar parte de los obreros como representante de la nobleza, y éste presidiría los festejos y la cabalgata que iría precedida de la bandera con la Cruz de la Orden, costumbre que ha venido perpetuándose hasta nuestros días.

El día d’es be, la vigilia y el día de Sant Joan

El día “d’es be” se celebra siempre el domingo anterior a la fiesta de Sant Juan. Reunida la junta de “caixers” en el palacio del Caixer Senyor a eso de las nueve de la mañana, éste entrega oficialmente la bandera al “Caixer Fadrí”, toca por primera vez el tamborcillo y se pone en marcha la comitiva que visita a las autoridades, propietarios y colonos invitándoles a las próximas fiestas. Les precede un hombre vestido con dos pieles, desnudos sus pies y brazos que van señalados con cruces encarnadas, con una especie de visera en la frente en la que va bordado un “Agnus Dei” y llevando a cuestas un cordero vivo y muy adornado. Les sigue el pregonero tocando el tamboril y el caramillo, el “Caixer Fadrí”, el “Caixer Menestral” y los “Caixers Pagesos” con dos bandejas de plata, y finalmente el “Caixer Senyor” y la “Capellana”.

Unos días antes, la familia del “pagès” limpia el animal para que esté blanco y reluciente en su día. El sábado lo bajan hacia el pueblo. Al cordero lo velan toda la noche, pero no sólo la familia del “pagès” sino también gente del pueblo. El hombre que lo lleva sobre sus hombros, “s’homo d’es be”, suele ser el yerno del Caixer pagès que ha donado el cordero o también un hijo, pero siempre es él quien lo elige.

La tarde del día 23 de junio (vigilia de san Juan) está protagonizada por los “caragols” en el Borne y en las calles del Conquistador, Quadrado y Santa Clara. Consisten en tres vueltas que dan los caballos en un sitio determinado.

El caragol de Santa Clara tenía como objeto ir a saludar a aquellas religiosas sitas en el Convento de Clarisas, hermanas y parientes del “Caixer Senyor”. Hoy la cosa ha cambiado mucho; las monjas no presencian ya acto alguno de la fiesta y el caragol se hace interminable. En aquellas casas se reune la gente joven y entre galanteos y risas, se invita a los jinetes a entrar con los caballos en las casas haciendo correr a las muchachas que aplauden entre una lluvia de avellanas.

La mañana de San Juan empieza apenas amanece el día y ya se oye el sonido del tamborcillo y del fabiol por las calles de Ciudadela anunciando la fiesta y congregando nuevamente la Cabalgata. La recogida empezará a las ocho de la mañana y a las nueve, completada la “Qualcada”, se dan una o dos vueltas por Santa Clara y caballos y caballeros bajan al “Pla” por el “Bastió de sa Font” y allí hacen un caracol de tres vueltas.

Acabado el caragol, los Caixers Senyor y Capellana desmontan y suelen dirigirse a uno de los huertos del Pla, “horts del Pla”, para ver desde allí los juegos “d’es Pla”. Los juegos “d’es Pla” es una de las imágenes más conocidas de la fiesta y es emocionante ver cómo el caballo empieza a galopar enfilando recto hacia la “ensortilla”, el correr de los caballeros abrazados o la rotura de las “carotas”… todo ello conforma los juegos de mañana y tarde en Es Pla.