Este establecimiento de herrería data de principios del siglo pasado y se convirtió en un lugar esencial para un oficio indispensable en la economía rural del siglo XX.
El atractivo actual de esta herrería, regentada por la familia Carretero, radica en el hecho de que mantiene intactas las instalaciones y los equipos propios de este oficio, antes de la mecanización.
Además, conserva una importantísima colección de herramientas y utensilios fabricados con hierro, que durante tantos años se forjaron en su yunque.