Contruido para proteger a la población civil de los ataques militares y bombardeos aéreos durante la Guerra Civil. Las obras comenzaron en 1937 y continuaron después de la guerra, ante el temor de un ataque durante la Segunda Guerra Mundial, pese a la neutralidad de España.
El refugio tenía dos entradas, una en el Pla de l’Església y otra en Sa Plaça, donde se encontraba el "Círculo Monárquico". Su construcción se realizaba picando a mano y utilizando dinamita para explotar la roca. El material sobrante se extraía con espuertas mediante una cadena humana.