La parroquia de Santa Eulalia fue fundada en 1301 por Jaime I. De estilo renacentista, con clara influencia manierista, es una de las iglesias más espaciosas de la isla.
Destacan su fachada principal, formada por dos cuerpos casi ciegos y rectangulares superpuestos; la capilla del Rosario, embellecida a principios del siglo XIX con un retablo neoclásico; y el retablo barroco del altar mayor, obra del escultor mallorquín Joan Ribot.