Es uno de los paisajes más bellos de Menorca, uan joya para los amantes de la naturaleza. Nace en las torrenteras de Santa Àgueda y avanza hacia el sur, incorporando barrancos y canalones, hasta formar un recorrido de 10 km delimitado por acantilados de más de 80 metros que desemboca en la playa de Cala Galdana. Alberga más de 200 especies de flora, 26 de lellas endémicas y una fauna variada, destacando el milano, el búho y el halcón peregrino.